/* ----------------------------------------------------- Blogger Template Style Booted from wordpress to blogspot by Gecko Name: Death Designer: URL: http://www.geckoandfly.com Date: 27 April 2007 ------------------------------------------------------ */ fotografías dibujadas: mayo 2007

lunes, 14 de mayo de 2007

[personal]

Mira a su alrededor y no ve absolutamente nada. Cierra los ojos para luego abrirlos y volver a mirar. No quiere resignarse a haber perdido lo que supo tener un instante atrás. El recuerdo es débil, la memoria en imágenes se desvanece, pero el sabor y aquel olor aún están vivos en ella. Ese sabor en los labios que la hace sonreír sin saber porque y ese olor que cree conservar en su ropa, pero que ya no está, sino que es una precisa reproducción de su mente que no quiere dejarlo ir y ella se aferra a eso aunque sabe que también se irá.
De pronto ve -al principio como en una tiniebla y después con mayor claridad- una figura de mujer. Aquellos ojos buscan los suyos y la miran temerosa. Ella la mira un momento hasta recordar un nombre, de casualidad, sin buscarlo ni quererlo, pero allí está, con una historia detrás, con sus propios recuerdos. Mira fijo a aquella mujer hasta estar segura de quién es, para luego con una rabia desconocida y repentina violencia romper el espejo y llorar desconsoladamente.

domingo, 6 de mayo de 2007

[personal] Mar



A veces me despierto y no sé donde estoy... O no quiero saberlo.
Otros días me despierto y siento que el mundo me es ajeno y veo las cosas como en una pantalla, que podría no ser real. El mundo no me pertenece y yo no le pertenezco.
(sonríe débilmente, disminuyendo la tensión anterior) De todos modos aprendemos a convivir.
A veces me da miedo que todo pase demasiado rápido. ¡Que miedo estúpido! Porque el tiempo no es ni poco ni mucho, es nuestro tiempo... nuestra vida.

Cuando yo era chica vivía cerca del mar. Me quedaba horas mirándolo, intentando imaginar que podría haber en la otra orilla, si habría alguien allí, que mirara hacía donde estaba yo. Pero después pensaba que quizás no había nada, que el mar podía ser infinito... infinito. Además de mirarlo yo escribía mensajes, los guardaba en botellas que luego arrojaba; y sonreía al pensar que el agua, en el momento preciso, lo haría llegar a quién lo necesitara.
Ahora soy yo la que esta en la otra orilla, en un país que no es el mío, que me tuvo que pertenecer a la fuerza... y sé que el mar no es infinito. Hoy soy yo la que necesita un mensaje de aquellas botellas, que sé que no podrá llegar hasta donde estoy, quizás sepa demasiado y haya perdido demasiadas cosas, incluso mi nombre, porque no es conveniente pronunciarlo, salvo en un susurro para que lo arrastre el viento. Quiero uno de esos mensajes, no recuerdo que decían, debería poder recordarlo... pero no se me viene a la memoria una sola palabra de esas escritas de mi puño y letra. ¿Qué pensaría estando allá, del otro lado? ¿Qué pensaría? No puedo saberlo, no puedo. Yo ya estoy demasiado lejos, demasiado lejos. Y cuando uno se va nunca va a poder terminar de volver a ningún lugar, nunca va a poder volver, nunca va a poder volver, siempre se va.

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