Al borde de lo impreciso. De la palabra improvisada después del último punto. De los silencios. Del espacio entre vocales y consonantes donde se hace alguna pausa para respirar, y justo ahí me doy cuenta de pronto el motivo por el cual estoy ahí. Y después vuelvo a abrir la boca, modular, o simplemente corre un segundo y lo vuelvo a olvidar. Se me escapa entre las manos, se me escurre entre los dedos aquella filosofía infantil, aquellas preguntas sin responder que hoy son agujeros negros donde caigo algunas noches, grandes vacíos de palabras, con reproches que no sé dicen, que se lloran con las manos, que se sangran con los ojos rojos, que se expresan con una mueca a medio hacer mirando el cielo, viendo el cielo a través de la ventana, buscando cuál es la estrella que más brilla.
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Maru @ 7:06 :: 2 comments:

aveces hay señales que indican un camino...pero no dice si es el idoneo...y hay señales que mal interpretamos...
las estrellas...me gusta verlas!
saludos
pd. igual esa pic q pusiste no es un lego, peor de niño me divertia armandolos
Interesante post.